martes, 17 de julio de 2012

Crushes que aparecen de la nada

Retomo el tema de la entrada anterior (y esta vez no porque no tenga imaginación, sino porque ha pasado realmente algo). Chicos suizos que son amor. Hoy estaba con algunos de mis chamaquitos cuando después de dar vueltas por grandes centros comerciales con aire acondicionado hemos decidido apalancarnos en plan obeso en el Burger King (en concreto el de Urquinaona de Barcelona). En medio de una de las largas conversaciones de critiqueo, fangirling y hasta cosas serias como la matrícula de la universidad, he visto un guiri que entraba en el Burger y me resultaba bastante familiar. Vaya, que se parecía al suizo con el que estuve hablando el sábado por la noche. Pero me he dicho "no puede ser, son paranoias tuyas, tienes tantas ganas de que ocurra que a todos les encuentras parecido con él...". Igualmente, cuanto más le miraba, menos segura estaba de todo. Les he preguntado a mis amigos qué hacer, y finalmente he aceptado que lo más sensato era ir a saludar y que si no era él, tampoco sería el fin del mundo. Me he acercado con una amiga para disimular... nada claro aún. Finalmente me he acercado del todo y me ha visto. Le he saludado y le he dicho que creía que nos conocíamos... Sí, era él
Santuario del amor
Realmente sigo sin creérmelo porque, realmente, qué probabilidades había de encontrarme un chico que no conozco de casi nada en un lugar dónde no vivo. Por qué estaba en el Burger King dónde estaba yo, cuando yo sólo había ido por mis amigos. Es algo muy extraño, sigo dándole vueltas. No creo que sea ninguna señal como me han dicho en broma mis amigos, pero es algo asombroso.
La cuestión es que hemos hablado un poco demasiado poco y me ha contado que había estado en la playa de Barcelona asco y que había visto el Palau de la Música amor. Le he preguntado si quería unirse a nuestro grupo, pero me ha dicho que no, que ya se iba a su apartamento con sus compañeros que estaban haciendo la cena. Le he sacado el tema de quedar antes de que se vaya, y me ha dicho de hablarlo por facebook. Pero son las 11 de la noche y nada, así que estoy en pleno sinvivir
Justo después de que se fuera, mis amigos y yo hemos fangirleado más, y todos han coincidido con el hecho que es un chico monísimo de la muerte. Lo único que lamento es haber dejado escapar otra vez la oportunidad de pedirle matrimonio, y que seguramente esta haya sido mi última oportunidad. Soy idiota.

domingo, 15 de julio de 2012

Troupe de pobretonas: aventuras e infatuaciones

Queridos lectores de este blog (que de momento no sois muchos), ayer mis amigas y yo fuimos de farra guarra por Barcelona city. Cogimos el tren a las 23:24 de la noche para salir de nuestro pueblo infestado de  canis para ir a Marina, más concretamente a un bar-discoteca llamado Sr. Lobo. Por suerte (sí, ya lo veréis), a dos amigas mías no las dejaban entrar por cosas de la edad juventud divino tesoro. Lo que no íbamos a hacer era entrar unas y las otras no, por eso decidimos buscar otro lugar. Los problemas empezaron aquí.
He descubierto que mis amigas tienen tan buena orientación por Barcelona como yo. Estuvimos andando como una hora o más por las calles de Marina sin saber adónde íbamos fiándonos de una del grupo que decía tener GPS en su móvil. Lo tenía, pero el GPS iba a su libre albedrío. Con los pies más que destrozados y después de una pequeña pausa en una parada de autobús, entramos en un bar llamado "Pecata Minuta", ya que me enamoré del nombre, y como mis amigas son igual de frikis apasionadas que yo con las lenguas les pareció bien, más cuando vieron que los cubatas valían 2€. 
El sitio existe, no me invento nada
Nada más entrar vimos que había un montón de gente, y nos dirigimos hacia el final del antro para ver si había sitio libre. Encontramos un hueco al lado de unos guiris que parecían un poco bastante borrachos y que estaban en medio de lo que parecía una demostración de cariño gay. Mis amigas y yo entusiasmadas. Entonces, sin saber muy bien cómo o por qué, dos de ellos fueron a hablar con una amiga nuestra, otro fue al baño y otro vino a hablar con una amiga y conmigo. Era un dios hecho hombre: rubio, alto, voz grave, sonrisa perfecta. Lo mejor es que el chico se sentó a mi lado y estuvimos hablando todo el rato, hasta que le pareció que había perdido el iPhone y se cabreó molestó bastante. Understandable. Me contó que eran de Suiza, que estaban de vacaciones en Barcelona hasta el jueves, que él estudiaba medicina en la universidad y que era culé y le gustaba Crackòvia. A todo esto, una de mis amigas ya había desaparecido con uno de los otros chicos. Cuando volvió nos contó que se lo habían estado pasando bien, hablando mucho entre otras cosas, vous savez. Sea como sea, yo me quedé enamoraíta del chico con quién más hablé, que por cierto, me invitó a una cerveza. Pero por desgracia, mi crush sólo quedó en algo platónico. Supongo que es mejor, así no me enchocho más aún con chicos que viven a 2000km de mí.
Pero ahora mismo estoy en una nube. Y encima mis amigas echando leña diciendo que debería haberme lanzado. Escuinclas babosas. Como buena stalker que soy ya he encontrado su Facebook, ahora falta armarme de valor para agregarle. Oh Dios mío, que teen que soy.

miércoles, 11 de julio de 2012

Ropa de estar por casa II: salir a la calle

No, no se trata de un oxímoron (que también), retomo un tema que tiene mucho más de sí de lo que pensaba. Ando corta de inspiración, no lo negaré, todo es culpa de mi aburrida vida de pobretona. Si tuviera dinero haría más cosas, vous savez.
Esta mujer va divina
Pues bueno. Hoy estaba tomando un café con mis amigas cuando ha salido el tema de la ropa fea de estar por casa. Y es que este mediodía he salido para sacar a pasear a mi perrito Senyor Tro y me he cambiado, ya que iba en pijama. Pues bien, me he puesto los tejanos azules Pitufo y una camiseta súper ancha del Decathlon. Y las chanclas. Y las gafas. La cuestión es que vivo al lado de un club de natación, y por el mediodía, a la hora que saco a mi perro, me encuentro todo de chicos jóvenes atletas que salen de hacer deporte. Hoy, en concreto, me he cruzado con dos chavales de muy buen ver. Pero claro, como les he dicho a mis amigas, si un chico se fija en mí en esas condiciones, es que me ama de verdad (evidentemente eso no pasa nunca, ya que ligar cuando sacas a pasear el perro es un mito de las películas).Y una de mis amigas ha coincidido conmigo, diciendo que ella piensa lo mismo cuando sale a la calle con coleta y gafas. 
Entonces, la pregunta es, si sabemos que estamos vistiendo mal, si tenemos que vestirnos igualmente, ¿por qué no vestir bien? Porque algo dentro de ti te dice que no hace falta, que no vas a encontrarte a nadie para quién tengas que arreglarte demasiado. Aunque también creo que en parte es porque no tengo tanta ropa elegante como para poder escoger modelo para salir a pasear el perro, para comprar el pan, tomar un café con las amigas e ir de fiesta. Podría ponerme la misma ropa elegante para todo, pero luego, como le pasa a algunas personas, saldría en todas las fotos con la misma ropa, y luego parecería que sólo tengo un vestido o un conjunto de camiseta+pantalón. 
Así que para no sobre-explotar la ropa bonita y también por pereza acabo vistiendo sin gracia alguna. Pero bueno, me consuela saber que 1) No soy la única 2) Sé que lo hago mal ergo si me lo propongo puedo hacerlo bien. Creo. Espero.

sábado, 7 de julio de 2012

Trolls de charcutería

La mayoría por no decir todos de los que leéis mi blog me conocéis en persona, y sabéis cómo soy físicamente. Bueno, pues como sabéis parezco más pequeña joven de lo que soy, cosa que al principio me parecía bastante triste, pero a medida que pasa el tiempo me gusta más y más. Cosas de la edad, supongo. La cuestión es que ya estoy acostumbrada a que me echen unos 2-3 años menos de los que tengo. Pero cual fue mi sorpresa cuando ayer fui a comprar con mi madre y en la charcutería, el hijo de la dependienta (de bastante buen ver) me preguntó: "Y qué, ¿ya has acabado el cole?". El cole. Cuando alguien dice "el cole" está claro que no está pensando en una estudiante de 3º de la universidad. Si me apuras, de instituto. Pero muy justo. Eso es lo que pensaba mi mente, pero me limité a esbozar una sonrisa y a asentir con la cabeza. Luego ya entró mi madre y dejó muy claro que estaba en la universidad. Ya sabéis cómo les gusta a las madres presumir de hijas que estudian en la universidad. 
Tramando algo
Y la cosa no acabó aquí. Fuimos a comprar al Mercadoooona, Mercadona y mientras mi madre cogía algo, la charcutera preguntó quién era el siguiente. Yo esperaba a mi madre con el carro cerca del estante de charcutería, y claro, era obvio que la charcutera se pensara que estaba esperando mi turno. Pero no que me dijera "Señora, ¿quiere algo?". ¿S-señora? O sea, en una tarde me han echado como 5 años menos y luego 10 de más. 
Me pregunto si habrá algún tipo de conspiración entre todos los charcuteros del mundo para volverme loca. Quizá se me nota en la cara que me gusta más el pescado que la carne y quieren hacerme boicot porque no me ven como una cliente en potencia. Malditos. Sabía que algún día descubriría una trama así en contra de mi persona. Son diabólicos.

martes, 3 de julio de 2012

Pobretonas en apuros, parte uno: Bailarinas troll

Pues sí. Cómo comenté por twitter no hace mucho (13 de junio, para ser exactos, aunque claro, eso en mi timeline es una eternidad), un día que quedé con mi amiga bonita Karu nos compramos las mismas bailarinas por una oferta que hacían, en la que si comprabas 2 pares te salía mejor precio. Pero chamaquitos, como dice el dicho, lo barato sale caro. Hace unos días las suelas de las bailarinas empezaron a despegarse un poco, lo solucioné con cola extra fuerte y no hubo más problemas. Hasta hoy. 
18:05. Había quedado con mis amigas para tomar un café. Como siempre, llegaba tarde. Iba andando a ritmo ligero cuando de repente me doy cuenta que había algo extraño. Miro al suelo: nada. Miro mi zapato: media suela despegada. Mierda. Bueno, podía seguir andando, no se notaba demasiado... Llego al final de la calle, cada vez con más molestias. Vuelvo a mirar el zapato: la suela se aguantaba sólo por la punta, lo demás estaba totalmente al aire. Intento despegarla del todo: sin éxito. No sabía cómo coño andar sin que ni yo ni nadie lo notara. En esos momentos parece que todo el mundo sólo tiene ojos para ti, y que sus risas joviales son en el fondo risas malvadas a costa de tu desdicha. Escuálidas babosas. Así que ya me tenéis, andando cual lisiada del demonio, andando arrastrando el pie para que no se levantara la suela. Un drama. Llamo a mis amigas para contarles mi desgracia y decir que llegaré más tarde y me dirijo a la tienda de zapatos más cercana que había. Lo más barato no bajaba de los 22€, y yo sólo tenía 15. Malditos capitalistas, y eso que estamos de rebajas. Omitiré la segunda tienda, ya que su falta de estilo ha sido un insulto a mi persona y quiero borrar ese trauma cuanto antes mejor. Y a la tercera va a la vencida. Después de dar dos vueltas por la tienda me he decantado por unas sandalias de lazo con hebilla en el tobillo y zapato de cuña. Bastante cucas, pero el precio ha sido lo que me ha enamorado: 13 benditos euros. Gracias.
Con un filtro sepia quedan muy años 60. Luveet.
Así que nada, mis únicos 15€ se han transformado en unas sandalias sin quererlo ni beberlo. Pero pegaré la suela de la bailarina, eh, no os penséis que voy a tirarla. Que no está el horno para bollos, y menos en casa de la lisiada una pobretona.

domingo, 1 de julio de 2012

Hablemos del tiempo y de las rebajas

...y es que nunca llueve a gusto de todos. Personalmente soy una amante del calor, pero también de la lluvia. Además hoy no tenía planes porque mis amigas no me quieren y quedan cuando yo no puedo quedar sin decírmelo, así que si hoy llueve supongo que está bien porque seguro que "hacía falta". Como siempre. Porque en este país siempre hace falta. ¿Y sabéis qué? Que me alegro de que sea hoy, en el primer día de rebajas, cuando se ponga a diluviar. Que se joda toda la gente que tiene dinero para ir a gastarlo en la rebajas. ¡¡¡Que os den, malditos capitalistas, que os den a todos!!! Y ya está
Ropa que me gusta y no puedo permitirme
Realmente cuando digo que yo hablo del tiempo con la gente, hay amigas que me miran con cara de ciruela ácida. Pues no veo qué tiene de malo hablar del tiempo, el tiempo es bonito o es feo, y te alegra la mañana o te jode el día. Además, si estás hablando con alguien que vive lejos y le preguntas por el tiempo que hace allí, ¿qué hay de malo? ¿Alguien se puede ofender por hablar del tiempo? También tenemos gustos por el tiempo, y esos gustos se pueden compartir o debatir. Hablar del tiempo en el ascensor es otra cosa, porque todas las conversaciones con los vecinos en el ascensor son insulsas, aburridas, prescindibles, un asco. Pero aunque estuvieras hablando de tu grupo favorito, si fuera con tu vecina del 4º en el ascensor sería raro. Raro de desagradable, if you know what I mean.
Pero volviendo al tema de las rebajas, por si no lo habéis notado estoy un poco resentida con la gente que va de compras. Hace meses que quiero un cambio de armario, pero como sigo sin tener ingresos ni becas ni nada de nada porque nadie me quiere, pues sigo siendo una pobretona que se consuela reblogueando fotos en Tumblr de pasarelas de Alexander McQueen mientras come el último paquete de Skittles que le queda. Además, ¿soy yo o últimamente la ropa está más cara? Porque recuerdo que la última vez que fui a mirar tiendas las camisetas de nuevas colecciones no me resultaban tan caras, pero ahora, entre que me parecen bastante más caras y el diseño tampoco era para tirar cohetes, me escandalicé tanto que un poco más y pierdo mis sentidos. Más o menos. 
En fin, que entre las rebajas y la final de la Eurocopa, España está entretenida hoy.

Las pobretonas también van de concierto

Pues sí señores, las pobretonas también van de concierto. Y es más, terminan en primera fila. El concierto fue de Vetusta Morla en Poble Espanyol, Barcelona, el viernes pasado por la noche. Y claro, como buena putifan que soy pues madrugué muchísimo para estar delante de todo... hehe, no, la verdad es que no, fui dos horas antes de que abrieran puertas y punto. Descubrí que los fans del indie español no son de los más madrugadores, aunque claro, eso no lo sabía, y acostumbrada a tener que lidiar con un montón de fangirls histéricas en los conciertos de j-rock y k-pop, pues me planté allí cuando sólo había 4 personas haciendo cola. Y mi reacción al ver que estaba en primera fila fue algo parecido a esto. Y más después cuando vi que la plaza se iba llenando... 
To' lleno.
Fue bastante agradable el ambiente de pasotismo cordialidad que se respiró durante toda la noche. Me encantaron los teloneros, Eladio y los seres queridos, un grupo que no había oído nunca y que me sorprendió gratamente. Y Vetusta estuvieron geniales, magníficos, perfectos. Se portaron como caballeros. Y el público entregadísimo toda la noche. En un momento de la noche que el público se puso a corear la melodía de una canción sin parar, el cantante no pudo evitar exclamar "Esto es increíble...". Son esas pequeñas cosas las que hacen que cada concierto al que voy sea un recuerdo muy bonito e inolvidable.
¡Más salaos...!
Pero dejémonos de moñerías. Hice vídeos del concierto, aprovechando que estaba en primera fila y se veía todo genial, pero claro, ¿qué es lo que hago siempre? Cantar. Y en un concierto no iba a ser menos, au contraire. Canté muchíiisimo más. Y eso también se grabó. Hay que ver qué mal que canto. Así que haremos como si esos vídeos no existieran. O recortaré pedacitos dónde yo no salga cantando. Hehe. 
Por último, una de mis mayores dudas existenciales era qué narices iba a chillarles a los del grupo, ya que no podía chillar "guapo" porque el cantante no encaja precisamente en el estereotipo de dios griego. Aunque yo lo encuentro super mono. Hubo una chica que sí que le chilló "guapo", pero una en toda la noche y punto. Así que finalmente mi amiga y yo nos decantamos por el "¡¡UUUUHH UHHH UHHH!!". Què hi farem.