sábado, 29 de septiembre de 2012

Las pobretonas y el estrés

[ATENCIÓN: Esta entrada es totalmente de relleno y aburrida. Besis.]

"Debería estar haciendo deberes". Es una de las frases más populares y más ciertas que uno se encuentra por Internet. Y sin embargo, aunque sea así, aquí estamos todos, enganchados a la pantalla perdiendo el tiempo en las cosas que nos gustan, o simplemente perdiendo el tiempo.
Así es, queridos amigos y amigas, tengo cosas que hacer, tengo deberes. Eso se debe a que hace 2 semanas que he empezado nuevo curso en la universidad, un curso lleno de asignaturas que me dan miedo y que se concentran en el primer semestre, especialmente en los martes y los jueves, cuando tengo 7 horas seguidas de clase y no tengo tiempo ni para comer. Aunque eso ya no es del todo cierto, por la gracia de mi profe de francés, quién se ha apiadado de nosotros y ha decidido dejarnos media hora de descanso antes de empezar o acabar la clase.
Pero, aunque tenga este horario tan lleno y me manden un montón de trabajo como deberes (e.g. traducciones, resúmenes, ejercicios de gramática, etc.), ¿estoy estresada? ¿Me paso los días en clausura trabajando? Pues no. Ni lo más mínimo. Quizá un poquito. Pero ya está. 
Mis días siguen basándose en lo mismo de siempre, como mínimo mis tardes-noches. Los fandoms son, como siempre, mi vía de escape en esta vida que carece tanto de emociones como de dinero.
¡NO!
¡Borrad lo último!
Es cierto que mi vida sigue vacía sentimentalmente, pero gracias a este horario de mierda tan lleno de mierda  otra vez de asignaturas, no tengo tiempo para tener lo que viene a ser "vida social", así que si salgo de casa es para ir a clase, no veo a mis amigas y no voy a tiendas o bares a gastar. Aunque es cierto que mi cartera sigue vacía (ahora mismo sólo tengo un billete de 10€), no me siento tan pobre ya que no tengo tiempo para gastar el dinero que no tengo. No sé si me explico.
En fin. Esta tarde por fin he quedado para salir un rato a tomar un café. Pero llueve. Así que tampoco podré ir de tiendas como es debido. Y seguiré sintiéndome menos pobre de lo que soy, cosa que es bien.